Can Lluc: El calor de una auténtica casa payesa de Ibiza

Este hotel boutique ubicado en pleno corazón de la isla es de los pocos establecimientos de la isla que permanece abierto todo el año.

Si hay una virtud que pondera en los ibicencos, además de su lealtad a los amigos, es su carácter abierto y acogedor. Tal vez esta sea una de las razones por las que muchos empresarios de las islas comercializan las maravillosas casas payesas herencia de sus familias como hoteles, boutique o casas rurales. Alojamientos que hace décadas, e incluso siglos, albergaron a sus antepasados, destinados hoy a difundir la verdadera esencia de Ibiza y a demostrar que la isla es un remanso de paz en la que puede disfrutase de la mejor gastronomía, del relax y del silencio para, acto seguido, vibrar con la mejor oferta de ocio del mundo.

Uno de los rincones más mágicos de este universo 100% ibicenco es el hotel rural Can Lluc. Ubicado en pleno corazón de la isla, está situado en un tranquilo valle de gran valor ecológico, rodeado de bosques de pinos, algarrobos, higueras y olivos milenarios. Cuenta con una plantación de 2.000 parras que completan un paisaje plagado de árboles frutales que late en plena naturaleza. Su emplazamiento idílico reproduce a la perfección el espíritu mediterráneo que permanece en cada rincón de sus instalaciones en las que conviven en armonía la tradición y la modernidad.

Can Lluc se encuentra ubicado a 2 kilómetros de San Rafael, centro geográfico de la isla, a 9,8 kilómetros de Ibiza y a 10 kilómetros de San Antonio.

El hotel dispone en la actualidad de 20 habitaciones distribuidas en 7 dobles, 5 superiores y 8 villas, 6 de las cuales cuentan con jardín privado.

Su historia reproduce ese orgullo por divulgar y poner en boga los secretos y tesoros de la casa familiar que llevó en el año 2000 al matrimonio formado por Lucas Prats y a Tina Soriano a remodelarla de la mano del arquitecto José Torres. Juntos transformaron la antigua casa payesa y finca de labor en un confortable hotel boutique en plena naturaleza con un toque de lujo distendido.

Sus muros de piedra originales, sus techos de madera o sus jardines exuberantes mezclados con olivos y algarrobos centenarios, se funden con el olor de los jazmines y del galán de noche al caer la tarde, con los colores de sus puestas de sol, el canto del gallo al amanecer o la luz de las estrellas que brillan cerca, como si se pudieran tocar.

En la decoración del hotel tomaron parte activa los propietarios con ayuda de José María Velasco, restaurador de gran parte del patrimonio cultural de Ibiza. Apenas se compraron elementos decorativos, ya que se aprovecharon y restauraron muchas piezas y herramientas antiguas de la casa.

En 2009 y como respuesta a la demanda de sus clientes, que solicitaban espacios amplios y modernos en entornos rurales, los propietarios de Can Lluc emprendieron una ampliación del número de habitaciones con la construcción de un grupo de 6 habitaciones dobles de diseño minimalista: las conocidas villas, pensadas para disfrutar del campo y de la privacidad en toda su plenitud.

La última ampliación de este establecimiento, efectuada con el fin de dar respuesta a una demanda de bodas y eventos creciente en Ibiza, se materializó en 2013 con la construcción de la sala Garden & Sunset.

Este establecimiento, abierto todo el año, acoge a turistas de destinos tan dispares como Alemania, Inglaterra, Holanda, Suiza, España, Bélgica, Austria o Francia, y también a residentes de Ibiza y Formentera que buscan descansar y disfrutar de su propio paraíso en primera persona.

Can Lluc cuenta con distintos premios como la Q Calidad del Govern Balear, la ISO 14001 de Medioambiente expedida por AENOR, el calificativo como Hotel para Golf, Ciclismo y Senderismo otorgado por el Govern Balear. Ha sido finalista de los premios

“Most Charming Hotel 2009”, de la publicación Conde Nast Johansen, elegido por los lectores de Traveler como uno de los 125 hoteles mejores del mundo y calificado como uno de los 10 mejores hoteles de España por los premios “Prix Gourmet” de Marie Claire entre otros distintivos.