La ONGD Flores de Kiskeya recauda 17.000 euros para programas de nutrición, salud y educación en Haití 

La 2ª edición del proyecto “Kilómetro de Flores”, celebrado en Madrid, cuenta con un doble reto: cruzar el desierto del Sahara en bicicleta y construir una serie de infraestructuras en Haití

Juanmi Esteban, Christian Silva, Zoilo López y los hermanos Jorge y Hugo Rodríguez de Prada han compartido con los asistentes su ejemplo de superación en esta acción solidaria 

La ONGD Flores de Kiskeya, a través de su proyecto “Kilómetros de flores”, ha conseguido recaudar un total de 17.000 euros que se destinarán a la construcción de una serie de infraestructuras que ayuden a seguir manteniendo los programas que ya lleva a cabo esta entidad en Haití, en materias como la nutrición, la salud o la educación. Hasta hace unos días se habían logrado sumar 11.000 euros, “pero decidimos organizar este evento solidario en Madrid para darle un último empujón y conseguir nuestro objetivo: llegar a la cifra de 16.000 euros”, ha asegurado durante este acto Romana Pérez- Caballero, fundadora de la ONGD Flores de Kiskeya.

En el mes de diciembre Flores de Kiskeya tuvo que abandonar repentinamente su sede en Haití al no renovarles la propiedad donde llevan a cabo todas las labores de educación, alimentación y conciliación destinada a prestar servicio a más de 300 personas diariamente. Por eso, “era importante llevar a cabo este proyecto lo más rápido posible”, ha afirmado su fundadora.

Además, este proyecto busca lograr otro gran reto: realizar por primera vez una carrera por etapas en bicicleta de casi 700 kilómetros por el desierto del Sahara para darle visibilidad. Esta modalidad está caracterizada por contrastes tan fuertes como subir a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar o navegar sin ningún tipo de referencia por campos de dunas durante kilómetros de seis días de duración. Considerada una de las carreras más fuertes del mundo, este reto pretende ser un altavoz de la labor que está llevando a cabo Flores de Kiskeya, y estará protagonizado por su propio embajador, Zoilo López, quien lleva más de un año de preparación corriendo importantes pruebas de ultra distancia, como la Titan de La Mancha, la Titan de Madrid-Ávila o la de Segovia, entre otras.  Precisamente “queremos que este sea el eje de nuestro evento de fin de proyecto: el esfuerzo que supone empezar algo nuevo, salir de nuestra zona de confort, empezando por dejarnos sentir, empatizar, admirar, emocionarnos y empoderarnos de tal manera que podamos hacer frente a las dificultades que se nos plantea a lo largo de la vida”, ha desgranado.

El evento de presentación de esta acción solidaria ha contado, además, con la participación de Juanmi Esteban, quien se convirtió en deportista de élite, tras pasar siete años en la cárcel. Esteban cumplió más de 2.555 días de condena por un incidente que cambió su vida por completo: a Juan Miguel Esteban Aceituno lo condenaron a 14 años de prisión, una pena que acabó siendo reducida a 11 años tras unos cuantos recursos. Tras ingresar en prisión encontró en el deporte una vía de escape “empecé a entrenar una media de cuatro horas diarias en la cárcel”. Tras su salida, comenzó a participar en carreras populares y en otro tipo de deportes como el ciclismo o la natación porque “la reinserción es lo que uno quiera o lo que uno busque, y ahora tengo la satisfacción de haber creado mi propio club de atletismo, ganar carreras tan duras como un ironman y representar a España en un campeonato mundial”, y añadió “ayudar a la gente es lo que me hace feliz”.m

Otro ejemplo de superación que ha expuesto su experiencia en este encuentro solidario ha sido el de Christian Silva, quien quiso participar y contar en primera persona a todos los asistentes su experiencia tras sufrir un accidente y perder el brazo izquierdo. “Fue algo que cambió mi manera de ver y de hacer las cosas. Un hecho que no hizo que mi vida terminara, sino que me propulsó a sacar lo mejor de mí”, ha relatado. Para Christian Silva “vivo en una constante lucha por demostrar que los límites no existen, porque si creemos firmemente en lo que hacemos y canalizamos bien nuestra energía, podemos marcar la diferencia y en eso me considero un experto, no hay objetivo que se me resista, ya que sin duda en la diferencia está el éxito”.

El evento ha contado también con el testimonio de los hermanos Jorge Blas uno de los fundadores de Grosso Napoletano, quienes han expuesto el reto que les ha supuesto manejar una empresa y quienes no han dudado en ayudar a esta ONGD para ayudarla a avanzar en su proyecto. Tras la pandemia nos cambió a todos la forma de trabajar “cada día es más difícil innovar  porque no tenemos tiempo, debemos tener más tiempo de lectura, de pensar y de ser conscientes de lo que hacemos. Y seguir ayudando a los que más lo necesitan”, manifestó.

Desde la ONGD Flores de Kiskeya, se han mostrado muy agradecidos por la implicación de los colaboradores. Con este evento “hemos querido poner nuestro granito de arena porque todos los que estamos aquí tenemos nuestras batallas internas pasadas y presentes, y queremos cambiar la manera de ver las futuras”. “Hoy sin duda, lo hemos conseguido escuchando estas tres historias, donde la decisión y el esfuerzo han sido clave para estar donde estamos, es aprender a no rendirnos nunca y a seguir luchando por aquello que nos importa y en lo que creemos”, concluyó Romana Pérez- Caballero.

Programas de ayuda

Flores de Kiskeya es una ONGD que están enfocados en la autonomía, independencia y desarrollo de las mujeres y de los niños y de las niñas más vulnerables de Anseà-Pitres (sudeste de Haití). 

En la actualidad esta ONGD ofrece 960 comidas y 630 meriendas al mes y se trata de un proyecto del que se benefician mensualmente 320 personas, de las cuáles 50 son mujeres y 270 menores.

• Nutrición: Garantizan desayunos, comidas y meriendas diarias y también complementan su educación en hábitos alimenticios y nutricionales.
• Salud: Ofrecen asistencia y seguimiento sanitario con personal cualificado. Además de impartir formaciones de prevención y educación para la salud.
• Educación: Imparten talleres y formaciones diarias, basadas en arte, danza, teatro, deporte, gestión emocional y agricultura, para fomentar una educación integral.
• Empoderamiento: Favorecen la autonomía e independencia de la mujer a través de un taller de costura y de confección llamado” El taller de las flores».

Sobre Flores de Kiskeya

Flores de Kiskeya es una asociación sin ánimo de lucro enfocada a la autonomía, independencia y desarrollo de las mujeres (a las que llaman flores) y de los niños/as más vulnerables de Anse-à-Pitres (sureste de Haití). 

Esta ONGD nació en 2016 inicialmente para dar apoyo asistencial (emocional, físico y psicológico) a las mujeres embarazadas de la comunidad. Hoy en día, esta asociación ha evolucionado para adaptarse a las necesidades reales de la comunidad.

En su centro de día materno-infantil se llevan a cabo programas de Nutrición, Salud, Educación y Empoderamiento, dirigidos no sólo a ellas sino también a sus hijos/as y a otros menores de la comunidad.